Gestión de residuos en los talleres de automoción: la nueva normativa

Los talleres de automoción son grandes productores de residuos peligrosos y no peligrosos, por lo que existe una normativa que regula la gestión de los mismos e impone sanciones en caso de incumplimiento. Pero, ¿qué se considera un residuo? ¿Cómo se deben gestionarlos correctamente? En este post encontrarás todo lo que debes considerar al respecto en pos de cuidar tanto el medioambiente como tu negocio.

¿Qué residuos genera un taller?

Antes que cualquier otra cosa, lo primero que hay que aprender para saber gestionar los residuos en un taller es diferenciar lo que es un residuo y lo qué no. La Lista Europea de Residuos (LER), publicada en la Decisión 2014/955/UE, es la que clasifica los residuos de manera homogénea en toda la Unión Europea. Su principal sentido es el de regular normativas que se encargan de gestionar y controlar la generación de residuos de cualquier lugar, incluyendo a los talleres de automoción.

En líneas generales, los residuos pueden clasificarse en dos grandes categorías: peligrosos y no peligrosos.

• Residuo peligroso: es aquel que por sus propiedades intrínsecas puede causar daños o efectos no deseados en la salud y/ el ambiente debido a su carácter corrosivo, reactivo, explosivo, tóxico o inflamable. En los talleres, algunos ejemplos son los aceites, las baterías, los líquidos de frenos y los anticongelantes.
• Residuo no peligroso es aquel compuesto por un material que no tiene intrínsicamente ningún riesgo para la salud ni contaminan el medio ambiente. En el caso de los talleres, aquí se incluye la chatarra o los neumáticos, por ejemplo.

A su vez, dentro de las clasificaciones de la LER se encuentran los Residuos Sólidos Urbanos Comunes. Estos son los que se generan principalmente en actividades domésticas pero que también abarca a servicios e industrias. En un taller, seguro podremos encontrar principalmente cartón de cajas de embalajes, plásticos de envoltorios o piezas usadas.

Además de los anteriores, también se deben considerar los Residuos Urbanos de tipo voluminoso. Este tipo de residuos tiene un circuito de recolección diferenciado y su disposición en la vía pública sin previa solicitud de retiro está prohibida. Para la consideración de un taller de reparación se incluye aquí toda la chatarra, ya sea de piezas metálicas o de vehículos al final de su vida útil. También hay que considerarlos en caso de una obra de construcción o remodelación, ya que dentro de esta clasificación se encuentran los escombros

Otro de los puntos a tener en cuenta y que también se encuentra regulado es el de las emisiones atmosféricas, es decir, la producción de sustancias contaminantes que pueden afectar la calidad del aire en el medio ambiente. Se incluyen aquí los gases que agotan la capa de ozono, gases de efecto invernadero, humos negros y aerosoles, entre otros. En un taller, estas emisiones se generan principalmente por la quema de carburante en los motores de explosión y reacción.

Del mismo modo, es necesario considerar los residuos líquidos, es decir, los vertidos. Se denominan vertidos a las emisiones de contaminantes de manera directa o indirecta sobre aguas continentales o de dominio público, sea cual sea el procedimiento utilizado. Los talleres presentan limpiadores que pocas veces son biodegradables como espumas, aceites u otros fluidos de motor.

¿Cómo hacer una buena gestión de residuos en el taller?

Gestionar los residuos en el taller no se trata únicamente en mantener en buen estado el lugar de trabajo, sino también de cumplir con las estrictas normativas legales que tienen como objetivo promover la sostenibilidad de los talleres y reducir el impacto ambiental. Una correcta gestión de residuos implica respetar una serie de normativas y obligaciones impuestas en la ley.

Nueva normativa de gestión de residuos

Actualmente, la Ley de Residuos y Suelos Contaminados 7/22 y el Real Decreto de Envases son las dos principales normativas que regulan y controlan la gestión de residuos en el sector de automoción y los talleres de España. No solo hay que considerarlas por el valor moral ya que los residuos pueden generar potencialmente problemas en la salud y en el medio ambiente, sino también por el hecho de que cumplirlas ayuda a evitar sanciones y multas.

La Ley 7/2022, de 8 de abril supuso un cambio drástico en torno a la gestión de residuos ya que de 56 páginas de contenidos pasó a 152, lo que conlleva una serie de obligaciones nuevas para los profesionales de la automoción. Por ejemplo, uno de los puntos importantes que se agregó fue el de la obligación al fabricante de un vehículo a tener que hacerse responsable de ese mismo vehículo al final de su vida útil.

Obligaciones del taller con la nueva normativa de gestión de residuos

Como norma general, lo que indica la legislación de la Unión Europea es que el productor original de los residuos es quien debe hacerse cargo o pagar los costes de la gestión de dichos residuos. Siguiendo esta línea, los talleres deberán cumplir una serie de obligaciones al respecto:

• Contar con un Número de Identificación Medio Ambiental (NIMA) que le permita realizar las operaciones de gestión medioambiental. Algo así como el “DNI de los talleres”.
• Realizar anualmente la Declaración de Envases (TECG), solo aplica para quienes generan residuos de envases y los distribuidores de los mismos.
• Presentar el Informe de Suelos Contaminados: únicamente si se consume más de una tonelada al año de pintura no acuosa, cuando los elementos contaminantes estén a la intemperie o sobre suelo no pavimentado, o cuando existen depósitos enterrados de sustancias no peligrosas.
• Llevar un archivo cronológico para los residuos no peligrosos, independientemente de la cantidad.
• Almacenar los residuos correctamente en el interior o en el exterior: cubiertos y con el etiquetado adecuado. Tienen estar protegidos del arrastre por viento o aire, el suelo debe ser impermeable y los residuos líquidos deben estar contenidos en un cubeto de retención.
• Gestionar los residuos generados en su actividad a través de un Gestor de Residuos, empresa autorizada por la administración para que se encargue de tratarlo acorde a la legislación vigente. La acreditación de una adecuada gestión por parte del taller está justificada por el documento que el Gestor emite y que refleja el control, seguimiento y retirada de los residuos.
• Realizar mediciones periódicas con el objetivo de garantizar que se sigue estando dentro de los límites legales. Mediciones de emisiones y acústicas cuando la actividad incluya la generación de emisiones y/o ruidos y vibraciones.

Tiempo de almacenamiento de los residuos en los talleres de automoción

En cuanto al tiempo de almacenamiento de los residuos en los talleres, la regulación no ha sufrido modificaciones y permanece igual que antes. Para residuos peligrosos como aceites, baterías, líquidos de frenos o anticongelantes, la máxima duración de almacenamiento es de seis meses; mientras que, para los residuos no peligrosos como los neumáticos o la chatarra, el máximo es de un año (cuando serán eliminados) o de dos años (cuando se destinen a valorización).

Otra de las novedades es la obligación de presentar un Plan de Gestión de Disolventes. Se trata de un balance de masas que permite calcular las emisiones difusas y es muy solicitado por la administración. Su no realización puede incurrir en multas que inician en los 20 mil euros.

En caso de tener una emergencia ambiental, como puede ser un derrame importante difícil de controlar, se debe llamar al 112.

En conclusión, podemos afirmar que una correcta gestión de residuos es beneficioso para los talleres de automoción, tanto por la salud de los trabajadores y los clientes, así como para el medioambiente y la economía del negocio, ya que no cumplir con las normativas implica severas sanciones monetarias. En VirtualRec, la app de recambios de automóvil para talleres, comprendemos que esta es una problemática ambiental muy importante y debe ser trabajada responsablemente día a día.